La gran apuesta

Pusimos fecha para el 20 de marzo aunque hubo que cambiar 3 veces la misma por temas ajenos a mi, dándome un mes y medio de tiempo para elaborarlo y prepararme psíquica y emocionalmente.

En ese período recorrí un camino de muchas dudas y temores. Tenía que prepararme para la opción más radical de la intervención y armarme de valor ya que recién al despertarme de la anestesia me iba a enterar qué tanto me habían sacado y si tenía mis dos pulmones o sólo uno. También sabía que la operación no iba a quitarme toda la enfermedad. Dada su ubicación comprometida entre arteria pulmonar y aorta y el riesgo de vida que implicaba tocar esa zona no iban a poder remover toda la masa tumoral.

Volví a preguntarme muchas veces si realmente estaba decidida a hacer esa apuesta. Lo medité largamente, hablé con mi familia, con mis amigos, con mis médicos oncólogos y clínico y hasta visité a una chamana. Le di mil vueltas al asunto hasta sacarme todas las dudas posibles. Sabía cuál era mi realidad, mis chances y las cartas que tenía en juego.

El día que visité a la chamana trabajamos mucho sobre todo esto. El chamanismo conecta con lo ancestral y más primario, con todo aquello que la sociedad actual olvidó. Y en ese universo se dice que cada uno tiene su animal de poder. Un animal con características similares a uno que actúa como protector y potenciador de dones y capacidades de cada uno. Mi animal de poder, el dragón blanco, se presentó aquella tarde de chamanismo y me dejó saber que, si decidía operarme, él estaría en el quirófano conmigo, sosteniéndome y acompañándome. Ese día lloré mucho, lágrimas que limpiaron mi alma, calmando mis miedos y angustias. Fue uno de los días de mi vida en que sentí mayor paz interior. Sentía el sol del atardecer en mi cara y me sentí conectada al universo, en armonía profunda. Me sentí plena y feliz. Podía percibir el amor que me rodeaba y lloré de alegría y felicidad. La decisión estaba tomada. Aceptaba operarme. Todo estaba bien, todo iba a estar bien.

>> Capítulo 10: Magia pura 

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